jueves, 28 de noviembre de 2013

Fernando Solera: Un cambio radical de entorno

Durante el presente mes de marzo, Eduard Punset está de gira por las diversas televisiones promocionando su último libro, “El viaje al poder de la mente”. El pasado martes yo tuve la fortuna de poder disfrutar de la entrevista que le hizo Antonio San José en CNN+. En poco más de veinte minutos de amena charla nos dio algunas claves sobre la mente, o lo que es lo mismo, sobre la vida y la felicidad. Punset nos contó, entre otras cosas, que el de la mente es el mayor poder que existe sobre la Tierra. Pero de toda la entrevista, quizá yo me quedaría con un comentario suyo que resonó fuertemente en mi interior. Punset hablaba del desamor, de la depresión, de la gente que está hecha polvo anímicamente por diversos motivos, cuando afirmó que según descubrimientos científicos sólo un cambio radical de entorno nos permite salir de los baches más profundos. Si una persona está desganada, apática, y piensa que su vida carece de sentido, es fundamental que cambie de entorno.

Cuando alguien está muy deprimido y pese a ello sigue moviéndose en los mismos ambientes de siempre, con la misma gente de siempre, es muy difícil que pueda salir del hoyo. Los grandes pensadores clásicos ya descubrieron que la vida es movimiento, es cambio continuo, nada permanece. Por eso, cuando nos obstinamos en seguir haciendo lo mismo, en chocarnos contra la misma pared una y otra vez, en el fondo estamos perpetuando inútilmente nuestro sufrimiento. El ser humano le tiene alergia al cambio porque nos movemos por hábitos, ya que éstos nos confieren una gran seguridad. Pero si somos conscientes de que nuestra vida es una mierda, lo que tendremos que hacer será darle un nuevo rumbo, ya que el de siempre nos ha conducido al estado actual. Einstein ya lo comprendió hace un siglo: “Si pretendemos que las cosas cambien, no podemos seguir haciéndolas igual que siempre”.

Si tienes la desgracia de identificarte con los millones de seres humanos que padecen desamor o depresión (van de la mano), siéntete de enhorabuena. Hoy mismo puedes empezar a abandonar ese estado. Pero para lograrlo ya sabes: tendrás que dar un giro a tu vida, sin mirar atrás. Las medicinas te podrán ayudar, aunque en el fondo sólo sirven para enmascarar los síntomas. Cuando te permitas hacer cosas nuevas, diametralmente opuestas de aquéllas que te condujeron a la “noche oscura del alma”, podrás escribir las mejores páginas del libro de tu vida, que siempre son las que están por llegar. Tú eres el escritor, y por tanto el responsable de que los próximos capítulos sean tan luminosos como grande sea el cambio que imprimas a tu nueva vida. La vieja y apolillada déjala atrás. Te hará bien.

Fernando Solera

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